Unamuno e il Quijote illustrato da Gustave Doré
Nel breve saggio intitolato El caballero de la triste figura. Ensayo
iconológico (1896) Unamuno riflette sui modi in cui è stato
raffigurato Don Quijote nelle diverse edizioni del capolavoro cervantino
a lui note, e più in generale nell’arte. Tra le varie considerazioni
che sottopone all’attenzione del lettore vi è la convinzione
che i pittori e gli illustratori spagnoli sarebbero gli unici in grado di
ricostruire «la verdadera figura del Don Quijote». Esprime, in particolare,
molte riserve nei confronti delle illustrazioni inserite nelle
edizioni francesi. Del più noto e apprezzato illustratore francese del
tempo, Gustave Doré, dichiara che «su genio pictórico era el menos
a propósito para ilustrar el Quijote». In questa comunicazione
s’intende riconsiderare l’interpretazione unamuniana del testo cervantino
alla luce delle riflessioni iconologiche affidate al saggio in
questione. In particolare si metteranno a confronto il Quijote ritratto
da Doré e quello «re-tratado» (riscritto) da Unamuno in Vida de
Don Quijote y Sancho nel 1905.
En el breve ensayo titulado El caballero de la triste figura.
Ensayo iconológico (1896) Unamuno reflexiona sobre la manera
en la que ha sido representado Don Quijote en las diferentes ediciones
de la obra maestra cervantina que él conocía, y más generalmente
en el arte. Entre las varias consideraciones que somete a
la atención del lector se encuentra la convicción de que los pintores
y los ilustradores españoles serían los únicos capaces de reconstruir
«la verdadera figura del Don Quijote». Manifiesta, concretamente,
muchas reservas hacia las ilustraciones que aparecen en las ediciones
francesas. Del más famoso y apreciado ilustrador francés del
tiempo, Gustave Doré, dice que «su genio pictórico era el menos a
propósito para ilustrar el Quijote». En esta comunicación se intenta
reconsiderar la interpretación unamuniana del texto cervantino a la
luz de las reflexiones iconológicas de dicho ensayo.